Exámenes de Audición

La audiometría es un examen que se utiliza para evaluar la audición de una persona y su nivel de comprensión.

Se busca conocer la mínima intensidad en la que se escuchan distintos tonos, determinándose así el grado y tipo de hipoacusia.

El examen evalúa ambos oídos por separado. Se ubica al paciente dentro de una cámara sonoamortiguada, se le colocan fonos por donde se emiten sonidos de distinta intensidad y frecuencia a los cuales debe responder cuando los escuche. Junto a esto se le dictan una serie de palabras para evaluar el nivel de entendimiento del lenguaje hablado.

Es un examen que se utiliza para medir la audición de un niño, y saber el grado de comprensión de las palabras.

En el caso de los pacientes pediátricos se realiza condicionándolos a través del juego.

Se les puede indicar al niño que coloquen o muevan un objeto, cuando escuchan un tono.

En algunas ocasiones se debe realizar en varias sesiones para poder obtener respuestas confiables.

Es un examen que se utiliza para estimar la audición en pacientes pediátricos y en personas adultas que no toleran los fonos. Además, sirve para evaluar el rendimiento o amplificación que están entregando las ayudas auditivas (audífonos, implantes cocleares, vibradores óseos). En este caso se debe realizar el examen en una cabina sonoamortiguada de mayor tamaño.

Tiene por objetivo evaluar el nivel de audición en pacientes pediátricos. Se puede realizar en niños de 6 meses a 4 años, dependiendo del nivel de respuesta y cooperación del paciente. Se condiciona al niño a girar la cabeza al escuchar sonidos, reforzando la respuesta visualmente. Generalmente se utiliza algún objeto de interés que se ilumina. Impedanciometría: Es un examen que permite evaluar la función del oído medio, para determinar el estado del tímpano y la existencia de líquido e indirectamente la funcionalidad del nervio facial a través del reflejo acústico. No requiere preparación previa, ni respuesta activa del paciente.
Es un examen que permite evaluar la función del oído medio, para determinar el estado del tímpano y la existencia de líquido e indirectamente la funcionalidad del nervio facial a través del reflejo acústico. No requiere preparación previa, ni respuesta activa del paciente.
Examen que permite evaluar la función del oído medio en pacientes menores de 6 meses. Debido a la estructura del conducto auditivo externo en estos pacientes se hace necesario realizar una impedanciometría con tono de prueba de alta frecuencia (1 kHz)
Es una prueba para evaluar la función de las células ciliadas del oído interno, cuya respuesta se registra al enviar un estímulo sonoro. Generalmente se utiliza en pacientes recién nacidos. No requiere preparación previa ni cooperación del paciente.
Es una prueba para determinar objetivamente el nivel de audición de un paciente a través de estímulos sonoros. El registro es por medio de electrodos de superficie que detectan la descarga neuronal de los nervios de la vía auditiva. Generalmente se usa en pacientes adultos y niños que no puedan responder a una audiometría. Para el examen es necesario que el paciente este tranquilo o durmiendo para obtener una mejor respuesta y tiene una duración de 1 hora aproximadamente. No es necesaria a la colaboración del paciente.

La prueba de audífonos es un procedimiento que se utiliza para evaluar la audición de una persona con el uso de uno o dos audífonos, que son calibrados o ajustados según su pérdida auditiva, ya sea en un adulto o un niño. Cabe destacar que la atención debe ser personalizada, con base en las necesidades auditivas del paciente y con los criterios técnicos, económicos, sociales y estéticos de cada uno. Para realizar la prueba y calibración de audífonos, es necesario tener la mayor cantidad de exámenes auditivos, con la información del grado de hipoacusia del paciente, con el fin de poder elegir la mejor opción de ayuda auditiva. Necesario:

  • Audiometría, no mayor a 6 meses.
  • Orden Médica del médico otorrinolaringólogo.